Moody’s, una de las agencias líderes en calificación crediticia a nivel mundial, ha lanzado una advertencia al Banco Mundial (BM), señalando que la institución podría perder su calificación «AAA» si Estados Unidos opta por retirar su respaldo. Este escenario podría ocurrir debido a una reciente revisión que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha solicitado para evaluar el compromiso de su administración con diversas organizaciones intergubernamentales, incluyendo a los bancos multilaterales de desarrollo.
Moody’s, una de las principales agencias de calificación crediticia a nivel global, ha emitido una advertencia al Banco Mundial (BM), indicando que la organización podría perder su calificación «AAA» si Estados Unidos decide retirar su apoyo. Este escenario podría materializarse como consecuencia de una reciente revisión que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha ordenado para evaluar el compromiso de su gobierno con diversas organizaciones intergubernamentales, entre ellas los bancos multilaterales de desarrollo.
El 2 de febrero de 2025, Trump firmó un decreto ejecutivo que inicia una revisión de la relación de Estados Unidos con las organizaciones multilaterales, lo cual involucra una posible reestructuración o retiro de financiamiento de ciertos organismos internacionales. Mediante este estudio, la administración estadounidense pretende evaluar el retorno de inversión en esas entidades, particularmente en aquellas relacionadas con el apoyo económico y financiero a naciones en desarrollo.
El 2 de febrero de 2025, Trump firmó un decreto ejecutivo que ordena una revisión de la relación de Estados Unidos con las organizaciones multilaterales, lo que incluye una posible reconfiguración o retiro de fondos en ciertos organismos internacionales. A través de este análisis, la administración estadounidense busca evaluar el retorno de inversión en esas instituciones, especialmente aquellas vinculadas con el apoyo económico y financiero a países en desarrollo.
Desde el sector financiero, se sigue con precaución este desarrollo, ya que la calificación «AAA» que actualmente tiene el Banco Mundial refleja su solidez financiera. Perderla podría repercutir en su capacidad para acceder a los mercados de deuda internacionales con tasas favorables, lo cual podría elevar el costo de los préstamos para los países en desarrollo. La calificación crediticia de la institución es crucial para asegurar que siga operando como el principal prestamista mundial de proyectos orientados al desarrollo.
En el ámbito de las relaciones diplomáticas, esta acción indica una postura más aislacionista por parte del gobierno de Trump, que previamente ha manifestado su desinterés por otros mecanismos multilaterales. No es la primera ocasión en que el presidente estadounidense pone en duda la eficacia de las organizaciones internacionales, y su mandato reciente ha acentuado esa inclinación.
Mientras tanto, el Banco Mundial ha tratado de tranquilizar a sus socios asegurando que continuará operando con el respaldo de sus otros miembros, aunque la decisión de Estados Unidos podría tener un impacto significativo en el mediano y largo plazo. Otros países y miembros del banco han expresado su apoyo a la institución, destacando la importancia de preservar su independencia y solidez financiera para continuar desempeñando su función en el panorama mundial.
Por su parte, el Banco Mundial ha intentado asegurar a sus socios que continuará trabajando con el respaldo de sus demás miembros, pero el impacto de esta decisión de Estados Unidos podría ser relevante a mediano y largo plazo. Otros países y miembros del banco se han pronunciado en apoyo a la institución, subrayando la importancia de mantener su independencia y solidez financiera para seguir desempeñando su labor en el escenario global.
Este debate sobre la financiación y el futuro del Banco Mundial pone en evidencia las tensiones políticas globales, así como la necesidad de repensar el papel de los bancos multilaterales en el contexto de una creciente competencia por recursos financieros entre naciones. Sin duda, las próximas decisiones de Estados Unidos tendrán un impacto determinante en la trayectoria de la organización y en el enfoque global hacia el desarrollo económico.